[1] Algunos investigadores creen que la nebulosa de la Hormiga alberga una estrella simbiótica en su centro.
[2] Una segunda posibilidad es que el giro de la estrella moribunda haya provocado que su intenso campo magnético se haya enrollado de forma compleja; vientos con carga y con velocidades de 1000 km/s -similares al viento solar pero mucho más densos- pueden haber seguido líneas de campo torcidas en su camino hacia el exterior.
Estos densos vientos pueden tornarse visibles por la luz ultravioleta proveniente de la estrella central o por colisiones supersónicas con el gas ambiental que excita el material con fluorescencia.
Si bien no hay ninguna nebulosa realmente similar a ella, la nebulosa M2-9 tiene cierto parecido, aunque la velocidad del flujo en la nebulosa de la Hormiga es hasta 10 veces mayor que en M2-9.
[3] La nebulosa de la Hormiga fue descubierta por Donald Menzel en 1922.