Nació en un ambiente intelectual: su abuelo había sido poeta; su padre, Nazım Hikmet Bey, era un alto funcionario imperial, y su madre, Ayşe Dshalila, una destacada pintora.
Regresó sin pasaporte a Turquía en 1928 y durante los seis meses que pasó en prisión se dedicó a escribir para el diario Akşam poemas, novelas, relatos, artículos, ensayos y teatro.
Conoce entonces a su futura primera esposa, Pirayé, que entonces contaba apenas 22 años.
También escribió obras teatrales: Kafatası (El cráneo) y La casa de un muerto, estrenadas ambas en Estambul en 1932.
En la cárcel de Bursa conoció a los jóvenes Orhan Kemal, futuro gran escritor, e Ibrahim Balaban, que alcanzaría el éxito con su obra pictórica.
En la cárcel escribió sus Poemas de las 22-23 horas, y su obra más ambiciosa, Paisajes humanos de mi país, en la que se proponía retratar a su pueblo en diferentes momentos históricos.
Esta búsqueda formal alcanzó su momento culminante durante sus primeros años en la URSS, entre 1922 y 1925.
Su poema «El gigante de ojos azules» también fue musicalizado por los argentinos Juan Carlos Baglietto y Dina Rot.
Hikmet solía decir: "Soy poeta, / voy silbando por las calles / y dibujando en las paredes /mis poemas en forma de rayos...".