Naturalismo (filosofía)
"la belleza, las experiencias religiosas, el amor, el bien", etc.) y sugieren que el ser humano posee algún tipo de facultad directa (mística, sobrenatural) de conocer o captar dichas realidades supuestamente objetivas y sobrenaturales.Así, generalmente el naturalismo suele sostener que los conceptos relacionados con la consciencia y la mente hacen referencia a realidades o propiedades que pueden ser traducidas a relaciones de superveniencia (interdependencia) en términos naturales.Más específicamente, rechaza la idea de poder hablar objetivamente sobre algo "sobrenatural", como ocurre en las religiones humanas, rechazando así la idea de teleología o axiología, viendo todas aquellas cosas "sobrenaturales" como explicables en los mismos términos que todas las demás cuestiones científicas, esto es, sin conferir a ningún ámbito de la realidad fenoménica un carácter especial, privilegiado o "místico".En el naturalismo no caben las tesis soteriológicas propias del pensamiento religioso o de corte platónico.Aunque este factor es meramente fáctico —y aun a ese nivel discutible: Dewey, por ejemplo, no reconoce esta ligazón—, parece que ha ido ligado al desarrollo de las ciencias positivas, en especial de la física y la biología.Suele darse en los pensadores naturalistas una cierta confianza en el poder espontáneo de los órganos cognoscitivos humanos para captar la realidad.No se trata de una mera visión sobre los estudios científicos actuales sino también sobre lo que la ciencia descubrirá en un futuro.Estudios de la socióloga Elaine Ecklund sugieren que los científicos religiosos en la práctica aplican el naturalismo metodológico.De hecho, algunos filósofos como Noam Chomsky, Quine, entre otros, han señalado recientemente que la concepción "materialista" clásica ya tiende a ser tanto etimológica como conceptualmente anticuada, debido a motivos tales como el gradual y natural aumento de la complejidad conceptual en las ciencias naturales, como la física, donde se han dado diversos avances experimentales que han llevado notoriamente al cuestionamiento de ciertas categorías conceptuales sostenidas en el pasado —como la distinción anteriormente considerada fundamental entre "materia" y "energía" como dos realidades fundamentales diferentes[5], la concepción clásica corpuscular y estática de la materia[6], etc.—.