Es fácilmente reconocible por su caparazón cuando sus escamas marginales están dobladas hacia arriba (esto no siempre es sencillo).
Su alimentación consiste en invertebrados marinos y peces, son casi exclusivamente carnívoras, pero también consumen algunas algas.
La tortuga plana prefiere aguas poco profundas y los machos nunca vuelven a tierra.
Esta especie migra poco, sin embargo, puede viajar a más de 1000 km para el desove.
Esta tortuga marina es particularmente apreciada por los aborígenes por su carne y por sus huevos, aunque las zonas remotas donde viven se encuentran protegidas la caza furtiva es muy intensa.