Nasser Zefzafi

El Hirak también es conocido como el Movimiento Popular Rifeño y se desencadenó tras el asesinato del vendedor ambulante de pescado Mohssine Fikri.[1]​ Mohssine Fikri tenía 31 años, nació en la localidad de Einzorén, y vendía pescado en un puesto ambulante.Alhucemas siempre fue un pueblo costero, una región particular con una identidad específica y con una larga historia de enfrentamientos con el poder central.Las manifestaciones continuaron de forma desorganizada, pero con un propósito común que les hacía unirse formando un movimiento reformista que se manifestaba pacíficamente cada viernes, día sagrado para el islam, en busca de resistencia al poder del majzén y un cambio social que trajera consigo justicia y dignidad para el pueblo rifeño.[3]​ Según una encuesta publicada por esta organización en 2016, el 26% de la población marroquí cree que esta lacra institucional ha aumentado en el último año, y son datos que contrastan con la incidencia de los sobornos para poder acceder a servicios públicos.La primera gran represión por parte del majzén llegó en junio de 2017, en la que fueron arrestados 400 activistas y manifestantes.Y esto es gracias a que fue retransmitido simultáneamente a través de las redes sociales en plataformas como Twitter o Facebook por parte tanto de los ciudadanos marroquíes como por ciudadanos de origen marroquí que viajaron exclusivamente al territorio para retransmitir mundialmente la injusticia que vivía el pueblo rifeño.[6]​ Dentro del territorio marroquí el Hirak era un movimiento reformista que demandaba derechos y justicia social, sin embargo la población rifeña de la diáspora buscaba una oposición al majzén mucho mayor y contundente que acabase con el mismo.[7]​ Además, el partido mostró su apoyo al Movimiento del Rif mediante un comunicado, tras una reunión con el Comité rifeño en Madrid, haciendo un alusión durante la reunión a la época en la que España participó junto a Hassan II en los bombardeos con gases químicos en la zona del Rif, durante la República Independiente del Rif, presidida por AbdelKrim el Khattabi.[8]​ La población de la diáspora, a su vez, preparó varias movilizaciones en diferentes partes del Estado español.Por ello, exigen la liberación de todos los presos y que se respondan las demandas legítimas del pueblo.El gobierno de Marruecos decidió detener al líder activista Nasser Zefzafi, lo cual acrecentó las protestas y de alguna manera hizo que el significado del movimiento del Hirak cobrase más sentido que nunca.[10]​ Los primeros meses del Hirak estuvieron repletos de represión y detenciones, sobre todo, en ciudades importantes para el movimiento como eran Alhucemas o Imzuren.[11]​ Esta mujer rifeña, cansada de no tener las necesidades básicas cubiertas y de ver cómo su pueblo era duramente reprimido por exigir lo que era justo, salió  a las calles a protestar pacíficamente y demandar básicamente que los detenidos por el movimiento fueran liberados, que se construyese un hospital especializado enoncología ya que, a raíz de la Primera Guerra Mundial, tras el desastre de Anual y para vengar las matanzas de los españoles perpetradas en Zeluán, Nador y Monte Arruit, los militares españoles decidieron atacar con gases tóxicos como la cloropicrina, el fosgeno y la iperita.Cabe destacar que en este territorio no hay casi hospitales y, mucho menos, médicos especialistas en oncología.Tras estas acusaciones, Nawal Ben Aissa fue llamada a comisaría y fue interrogada sin tener represalias.[13]​ La rifeña se convirtió en una referencia para otras mujeres, que decidieron seguir sus pasos y romper con los estigmas de una sociedad con voz masculina.Finalmente y tras huir de Marruecos por claros motivos políticos, a inicios del año 2020, la activista obtuvo asilo en los Países Bajos.Ha sido un periodo que ha permitido a las mujeres estar y participar como activistas”, dijo la directora del diario Le Monde Amazigh,  Amina Ibnou-Cheikh.La participación femenina fue clave e intensa, y fue el momento idóneo para demandar la representación de la mujer en el Parlamento marroquí.Las reuniones para preparar las protestas y debatir los temas se organizaban en cafeterías, de forma asamblearia ya que no había un líder como tal.Aquella manifestación, expresamente prohibida por el régimen alauí, se saldó además con otros cuatro heridos y 33 detenidos durante y después de la protesta, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), considerada la más grande del país.Cuando el juez determinó un receso, Nasser tomó la palabra para denunciar los malos tratos, torturas y violaciones sexuales de las que habían sido víctimas en la cárcel, según un audio grabado en la sala que circula en redes.[20]​ Las cifras oficiales de detenidos rondaban en 2017 los 340 activistas encerrados entre Alhucemas, Imzouren y Okasha.En la actualidad, el Rif sigue totalmente militarizado y controlando, lo cual imposibilita cualquier movimiento reivindicativo.
AbdelKrim El Khattabi escrito en tamazight.