Los espiráculos detrás de sus pequeños ojos tienen bordes elevados y lisos.
Los primeros ejemplares de raya durmiente japonesa conocidos por la ciencia fueron cuatro peces recogidos en Japón por los naturalistas alemanes Philipp Franz von Siebold y Heinrich Burger durante el segundo cuarto del siglo XIX.
[6] La raya durmiente japonesa tiene un disco de aleta pectoral casi circular más ancho que largo.
La boca protuberante forma una línea transversal corta y está rodeada por un surco profundo.
En la parte inferior del disco se encuentran cinco pares de cortas hendiduras branquiales.
La cola es corta y gruesa, con un pliegue de piel a cada lado.
La raya durmiente japonesa es de color rojizo a marrón chocolate por encima y marrón más pálido por debajo; algunos ejemplares son lisos, mientras que otros tienen manchas oscuras o claras en la superficie dorsal (rara vez también en la ventral).
Puede producir una descarga eléctrica de entre 30 y 80 voltios para ahuyentar a sus depredadores, entre los que se encuentra el tiburón moteado (Cephaloscyllium umbratile).
[5] Un parásito de esta especie es la tenía Anteropora japonica (Yamaguti, 1934) Subhapradha, 1955.
[4] El choque del rayo durmiente japonés es fuerte pero no pone en peligro la vida de los humanos.