La nariz o el morro inclinable (en inglés: Droop nose o Drooped nose) fue una característica distintiva tanto del avión anglo-francés Concorde como de su contraparte soviético Túpolev Tu-144, los cuales fueron las dos primeras —y por ahora únicas— aeronaves supersónicas de pasajeros en haber volado.
El Concorde también tenía un visor móvil que se deslizaba hacia la nariz y fuera de ésta.
Este sirvió como una plataforma de pruebas para experimentar el diseño (tridimensional) del ala Concorde.
El morro inclinable del Concorde fue diseñada y fabricada por la empresa subcontratista Marshall Aerospace en la ciudad británica de Cambridge.
Una vez aterrizado el avión la nariz era elevada hasta los 5 grados de inclinación, para evitar que la misma sufriese eventuales daños.