Boeing 2707

Estos hechos causaron estupor en otros países, pues parecía que casi toda la aviación comercial del futuro iba a estar basada en aeronaves supersónicas[3]​ y Europa tomaba la delantera hacia el liderazgo mundial.

[5]​ El director de la FAA, Najeeb Halaby, decidió que el Concorde estaba demasiado avanzado para entrar en competencia directa, y por ello seleccionó un estándar mucho más avanzado que el inicial del proyecto.

El "American SST" transportaría unos 250 pasajeros (más del doble que el Concorde), volaría a Mach 2,7–3,0 y tendría un alcance trasatlántico de unos 7400 km.

La alta velocidad del aparato hacía necesario construirlo en acero inoxidable o titanio, pues la fricción a velocidades por encima de Mach 2,2 podrían hacer "plástico" el duraluminio (una aleación de aluminio empleada en aeronáutica).

Este último se hizo popular entre la gente, mientras Boeing seguía con su numeración 733.

En noviembre fue presentada otra revisión del diseño, y esta vez Boeing subió el número de pasajeros hasta 250, el Model 733-290.

[7]​ En un modelo posterior se añadieron alerones cerca del morro para aumentar el peso.

Una vez finalizado el proyecto, el gobierno recuperaría la inversión a través de las aerolíneas que comprasen el modelo, y se estimaba que ese avión supersónico dominaría los cielos en un futuro cercano, quedando las grandes aeronaves (como el Boeing 747) como un paso intermedio.

En cuanto a este tema, la oposición al proyecto se volvió cada vez más notable.

[10]​ Este último tema fue el más peliagudo, e incluso los vuelos supersónicos sobre territorio estadounidense fueron temporalmente prohibidos.

[12]​ El modelo a escala real fue desmontado y enviado a Florida, donde permaneció en un desguace durante 19 años antes de que fuese comprado y parcialmente montado para su exposición en el Hiller Aviation Museum de San Carlos, California.