Una de las características distintivas del nadolol es que tiene una vida media relativamente extensa.
[2] El nadolol es muy soluble en agua y se absorbe incompletamente del sistema digestivo.
Se ha notado menos variabilidad farmacocinética entre distintos individuos en comparación con el propanolol.
La baja solubilidad del nadolol en el tejido adiposo puede conllevar a concentraciones bajas en el cerebro, similares a los beta antagonistas liposolubles.
La suspensión repentina del nadolol puede provocar dolor en el pecho o ataque al corazón.