Nadie oyó gritar

Sexta película del realizador vasco, encarnan los roles principales actores con quienes ya había trabajado en ocasiones anteriores: Carmen Sevilla en El techo de cristal (1971) y Vicente Parra en La semana del asesino (1972).

La película es una mezcla de géneros, pudiéndose encontrar drama, comedia negra, suspense, thriller psicológico o gore,[2]​ aunque el género dominante es el thriller de misterio.

Óscar (Antonio Casas), un hombre rico que le ha proporcionado un apartamento, un coche o dinero a cambio de pasar con él un fin de semana al mes, la reclama en Londres.

Sale para investigar y encuentra a su vecino Miguel (Vicente Parra) dejando caer el cuerpo asesinado de su esposa, Nuria (María Asquerino), por el hueco del ascensor.

Miguel logra cortar su línea telefónica y Elisa, incapaz de llamar a la policía, observa cómo su vecino, empuñando un arma, entra en el apartamento a través de una ventana.

En lugar de matarla, Miguel decide perdonarle la vida si acepta convertirse en cómplice.

Elisa confiesa que es su amante pero, atraída por Miguel, de vuelta a su apartamento mantiene relaciones sexuales con su vecino.

Como Elisa ya tiene experiencia en deshacerse de un cuerpo, Nuria le pide que la ayude; algo que Elisa parece estar dispuesta a hacer, pero no queda resuelto en la conclusión de la película.

La película cuenta con críticas neutras o positivas en los portales de información cinematográfica.