Núria Perpinyà

Sus novelas, de temáticas inusuales, se caracterizan por su ironía intelectual, su rigor formal y su experimentalismo.

En 1986 publica su primer libro: un ensayo en colaboración con Xavier Macià titulado La poesia de Gabriel Ferrater galardonado con el premio Josep Vallverdú.

[1]​ En Una casa para componer (2001) Perpinyà desarrolla un nuevo género a medio camino del cuento y de la novela.

Su estilo se caracteriza por “una escritura magmática”,[2]​ por el ”control compositivo, la precisión lingüística y la originalidad de la acción”.

Esta fusión de géneros reaparecerá en Los privilegiados donde conviven lo narrativo y lo teatral.

Su novela, Al vértigo, la más romántica y pictórica de todas ellas, une el arte con el deporte, fiel a su debate sobre el individualismo.

Sus obras más recientes también poseen un componente experimental, ya sea a nivel teórico (La cadira trencada.

Allí, el protagonista (Joan Xammar) conocerá amigos (Aleph Banneker, Jill Jarrell), eminencias de la ciencia (como la Dra.

La compositora Olivia Kesler no encuentra su espacio creativo en una sociedad que arquitectónicamente le es hostil.

El libro narra la historia de un meteorólogo con trastornos edípicos y mentales que cae en desgracia y que llega a un pueblo fantasmal habitado por excéntricos personajes, llamado Mistana, donde existe una niebla perenne.

La trama recorre las vicisitudes de su protagonista, el señor Serivà, un bedel honesto, trágico y antiheroico.

[10]​ Como dice Ponç Puigdevall, la obra demuestra el afán de la autora “por descubrir nuevos territorios literarios donde el rigor no esté reñido con el entretenimiento”.

La trama se desarrolla en torno a los amores de una escaladora solitaria, Irena Besikova.

El tono epistolar va in crescendo hasta convertirse en una novela de aventuras que, en los capítulos finales, adquiere una inesperada dimensión metaliteraria.

La novela presenta el deterioro psicológico que causa la red y otros trastornos de conducta como la anorexia nerviosa.

[12]​ En 2022, la autora se adentra a la ciencia ficción con una novela fantástica sobre el cambio climático, Diatomea.

Después de su novela teatral sobre los museos, Els privilegiats, Perpinyà estrena Los Calígrafos (2010), una tragicomedia sobre la educación y las Humanidades.

La defensa del relativismo humanista también se puede observar en sus novelas en las que a menudo nos aparece un calidoscopio de actitudes sobre un tema.