Néel huyó del campo de batalla pero fue capturado por caballeros del ejército ducal y sus feudos confiscados.
Posteriormente Guillermo lo indultó y lo llamó de nuevo en 1054, como haría con otros rebeldes.
Néel abandonó entonces Bretaña, donde se había retirado, para regresar a Normandía.
Sin embargo, los poderes del vizcondado fueron asumidos por otros: Roberto Bertrand en particular.
[3] Le sucedió su hermano Odón, recuperando todos los poderes del vizconde.