[2] Las áreas de investigación que están siendo desarrolladas en una vacuna incluyen inmunoterapia para enfermos de asma, cáncer, depresión, lepra, psoriasis, dermatitis simple, eccema y tuberculosis.
[3][4] Más específicamente, induce la neurogénesis adulta que dichos componentes producen.
Las primeras pruebas indican que la exposición a M. vaccae aliviarían los síntomas de tuberculosis.
[5] Los resultados parecen ser diferentes debido a las dos formas diferentes de la bacteria («suave» y «áspera»), además de la respuesta individual a la vacunación.
La respuesta inmunológica en los mamíferos a la bacteria varía mucho de acuerdo con la variante utilizada.