Las hembras llegan a vivir dieciséis años y los machos, diez.
Esta musola fue el primer tiburón en el que se diagnosticó una infección viral.
Los ejemplares jóvenes se alimentan de pequeños camarones, gusanos y cangrejos.
En ciertas áreas, la carne de la musola pintada es comerciada fresca o en salazón para el consumo humano.
También se le utiliza con frecuencia como animal de laboratorio y para decorar acuarios.