Con sus 60,000 m² es el octavo espacio cultural más grande del mundo.
El Museumsquartier aloja dentro del complejo edificios tanto de arquitectura barroca como moderna.
La obra comenzó en abril de 1998 y duró tres años.
Tras la inauguración se pudo comprobar que los edificios no eran accesibles para personas en silla de ruedas.
Los medios de comunicación se escandalizaron por el hecho de que edificios que habían costado tanto dinero no tuvieran sus instalaciones preparadas para estos ciudadanos.