Museo del Teatro Romano de Cartagena

El hallazgo del teatro romano de Cartagena es una prueba fehaciente más que viene a respaldar algo que ya se conocía gracias a otros hallazgos arqueológicos como el anfiteatro de Cartagena, la gran importancia que la ciudad de Cartagena desempeñó en la antigua Hispania, en tiempos del Imperio romano.

El proyecto de recuperación encargado a Rafael Moneo no se limitaba a la restauración del teatro romano, sino que abarcaba también la integración del monumento en el casco urbano, su mantenimiento, conservación y exposición con fines didácticos y culturales, así como la construcción de un museo y un centro de investigación anexos.

Los materiales empleados en la remodelación de la zona fueron cuidadosamente seleccionados para intentar conseguir armonizar el monumento histórico con las calles colindantes y con los espacios verdes creados en sus alrededores.

No sólo el Palacio de Riquelme está integrado en el Museo, sino que la antigua iglesia de Santa María la Vieja, al estar superpuesta sobre los restos del teatro, también queda incorporada al conjunto histórico.

Junto a la maqueta del teatro, un panel informativo y una representación nos muestran cómo este fue construido siguiendo los preceptos de Marco Vitruvio, arquitecto de Julio César en el siglo I a. C..

En ésta sala se pone en conocimiento del visitante las otras funciones que tenía el Teatro Romano aparte de la lúdica.

El visitante puede recorrer los pasillos del graderío y transitar por las escaleras radiales, que permiten bajar al espacio de la "orchestra" y del escenario, así como visualizar la restitución parcial de la fachada escénica.

Sala principal del Museo del Teatro Romano de Cartagena con la escultura de Augusto togado procedente del Foro Romano de Carthago Nova y dos columnas de la escena.