Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán

La Unesco en su III sesión en 1979 nombró Patrimonio de la Humanidad 374 hectáreas protegidas en torno a diez localizaciones.

1304-1237 aC) ordenó construir dos magníficos templos horadados en la roca para conmemorar su victoria frente a los hititas en la batalla de Qadesh (1274 aC) e impresionar a sus súbditos nubios y vecinos del sur.

Ambos templos se encuentran entre los más hermosos e icónicos del Antiguo Egipto.

Este sitio queda actualmente a orillas del Lago Nasser.

Amada era una antigua localidad situada en la ribera occidental del río Nilo, en la Baja Nubia, que fue anegada por las aguas del Lago Nasser al construirse la Presa de Asuán.

El Templo de Amada, dedicado a Amón-Ra y a Ra-Horajti, está considerado como el templo egipcio más antiguo de Nubia, ya que fue construido por Tutmosis III y Amenofis II en el siglo XV a. C. Posteriores adiciones fueron realizadas por Tutmosis IV (1400-1390 a. C.) y restauracines fueron completadas bajo los reinados de Seti I y Ramses II en el siglo XIII a. C. El templo guarda en su interior dos importantes inscripciones históricas.

Como Abu Simbel, el templo de Derr fue cortado en bloques y reconstruido en Amada.

Se trata de una tumba originalmente excavada en la roca, con las paredes decoradas.

En dicho lugar se encontraba uno de los templos construidos por Ramsés II en Nubia durante su reinado.

Esta colina fue utilizada en el Antiguo Egipto como necrópolis para los altos funcionarios que residían en la ciudad de Abu (Elefantina), ubicada en una isla del Nilo frente a dicha colina.

Abu era la sede administrativa de la región conocida como Nomo I del Alto Egipto y servía como base comercial, centro administrativo y avanzadilla egipcia en la tierra de Kush (Nubia).

Entre las más famosas se encuentran las tumbas de Hirjuf, Sabni o Hekaib.

Elefantina (árabe: : جزيرة الفنتين) es una isla del río Nilo, contigua por el norte a su primera catarata.

Se sitúa entre la moderna ciudad de Asuán, que queda en la orilla este del río y la necrópolis faraónica de Qubbet el-Hawa, situada en la orilla oeste.

Fue encargado por la reina Hatshepsut (siglo XV a. C.), pero se resquebrajó mientras era labrado en la roca madre y se abandonó a medio fabricar, quedando como un testimonio de las técnicas de extracción egipcias.

El interés de estos monumentos, llamados qubba, reside en la diversidad de las cúpulas que, respondiendo a un simbolismo frecuente en el mundo islámico como representación del cielo, cubren las tumbas.

Algunas de las qubbas se corresponden a santos locales que los asuaníes todavía veneran.

El cementerio de Asuán es considerado como el principal exponente del arte funerario islámico en Egipto.

Ladera de Qubbet el-Hawa donde se ubican las tumbas del Antiguo Imperio
Vista de la isla de Elefantina; puede observarse el nilómetro (en el ángulo inferior izquierdo) y el museo de Asuán.
Obelisco inacabado de Asuán