En reconocimiento a su importancia, la reina Isabel II le dio el estatus de «real» en 1990, pasando desde entonces a llamarse oficialmente «Museo Real Tyrrell» (Royal Tyrrell Museum).
La misión del Museo Tyrrell consiste en conservar, proteger, presentar e interpretar la historia paleontológica, en especial de la gran herencia fósil de Alberta.
Bajo su dirección, se estableció un ambicioso programa de renovación, ampliando en 1900 m² y culminado con la nueva galería y espacio de exhibición, en 2006-2007.
[1][2] Una ventana al laboratorio de preparación permite a los visitantes observar a los técnicos preparando cuidadosamente los fósiles para la investigación y exhibición.
En su primer año de apertura el museo atrajo a 600.000 visitantes.