Músculo esquelético

Determinan el movimiento y mantienen la unión hueso-articulación a través de la contracción muscular.Sus células conforman largas fibras cilíndricas, entre 1-400 milímetros (mm) de longitud, ubicadas en forma paralela.Los músculos tienen una gran capacidad de adaptación, modificando más que ningún otro órgano, tanto su contenido como su forma.Al conjunto nervio cortical-nervio periférico-fibra muscular inervada se le denomina unidad motora.La secreción de iones Ca+2 llega hasta el complejo actina-miosina, lo que hace que dichas proteínas se unan y roten sobre sí mismas causando un acortamiento, para posteriormente, los iones Ca+2 puedan volver al retículo sarcoplasmático para una próxima contracción.Sin embargo, un número considerable de células mononucleares residentes e infiltrantes también están presentes en los músculos esqueléticos.El músculo, debido a su alto consumo de energía, requiere una buena irrigación sanguínea que le aporte nutrientes y permita eliminar desechos; esta característica, junto al pigmento (mioglobina) de las células musculares, le dan al músculo una apariencia rojiza en el ser vivo.El músculo esquelético es un tejido formado por células fusiformes llamadas (fibras musculares), constituidas por los siguientes elementos.Un simple golpe en un tendón, provocando una rápida elongación, causa el mismo proceso descrito en el anterior párrafo, por ejemplo, el típico estudio del reflejo rotuliano.También puede ser por una estimulación eléctrica, en el caso de tratamientos con electroterapia, al músculo se le aporta una descarga no agresiva que provoca su contracción involuntaria.
Diagrama de la estructura de un músculo esquelético
Micrografía óptica de fibras musculares esqueléticas seccionadas longitudinalmente (tinción con hematoxilina-eosina).
Ejemplo de dos músculos antagonistas. En la flexión del antebrazo el bíceps se contrae y el tríceps se relaja. En la extensión el tríceps se contrae y el bíceps se relaja.
Flexión y extensión del antebrazo