[1] Fue descubierto, estudiado y reportado por primera vez en 1875 por William Erb.
[3] Al percutir el tendón rotuliano con un martillo de reflejos, la pierna se extiende ya que las neuronas motoras alfa dirigen un impulso nervioso al músculo cuádriceps femoral.
[4] El nervio femoral, responsable de tal reflejo, se extiende por todo el muslo y sus sinapsis se encuentran en el nervio espinal lumbar 2 a 4 (L2-L4) de la médula espinal.
Por tanto, este movimiento es involuntario y responde a una necesidad de regulación automática de los músculos del cuerpo.
[4] Para que este reflejo se produzca, es imprescindible tener la pierna flexionada y relajada.