Murcia, Murtia, Murtea, Myrtea o Mirtea son los nombres de una divinidad romana primitiva que tenía un templo en el valle situado entre las colinas del Aventino y el Palatino, en Roma.
[3] Los eruditos y anticuarios romanos dieron distintas explicaciones al origen del nombre Murcia.
Plinio el Viejo, Mario Servio Honorato y Plutarco señalan que en los tiempos antiguos hubo un bosquecillo de mirtos frente al templo.
[6] El lugar donde se rendía culto a la diosa es descrito por diferentes autores clásicos como ara vetus (altar antiguo), sacellum (pequeño templo sin techo), fanum (recinto sagrado) y aedes (pequeño templo que no ha tenido una consagración formal), pero probablemente consistía en un simple altar posteriormente rodeado por un murete.
Aunque el origen del topónimo sigue sin estar claro, la etimología propuesta por Cascales no puede ser descartada.