El municipio de Juchipila (del náhuatl: Xochipillan ‘Xochitl', flor; 'pill', noble, hermoso joven; a,an lugar.
Salvador Varela Reséndiz de esta ciudad, José Juan Muñoz Bañuelos, cuyo significado es el siguiente: En la parte superior central sobresale el domo de la cúpula del templo, y al lado izquierdo el momento en que los indígenas se arrojaban al vacío, despeñándose cuando se dieron cuenta de que la batalla del Mixtón estaba perdida, prefiriendo la muerte antes que convertirse en esclavos de los españoles.
La fecha que aparece en la parte inferior se refiere a la fundación de Juchipila.
La Gran Nación-Chichimeca que habitaba estas tierras, fueron llamados caxcanes, ya que cuando los conquistadores vinieron al señorío de «Xochipillan» y al pedir alimento, los naturales solo respondían cazcan, cazcan; es decir: no hay, no hay.
Sin embargo, no se trataba de una etnia en específico, ya que era un sincretismo de diferentes tribus considerando que eran nómadas y con fuerte espíritu guerrero.
En aquellos tiempos prehispánicos los pueblos del Cañón de Juchipila y otros no comprendidos en su jurisdicción, formaban un cacicazgo de considerable importancia, cuya capital era Xochipillan y tenía como tributarios a los señoríos de Apotzolco, Xalpan, Ahuanochco, Metahuasco, Apolco, Mezquititlán, Tepechitlán y otros más.
El último gobernador líder caxcan de Xochipillan fue Xuihtlecuhtli (Xiutecuhti), 1541.
En 1530, Nuño Beltrán de Guzmán comienza la conquista del occidente; con lo que vino conformando la llamada Nueva Galicia.
La conquista de esta tierra caxcana, al principio fue hasta cierto punto sencillo, los caxcanes opusieron poca resistencia se le dio Xochipillan en encomienda a Hernan Flores quien pretendiendo imponer su autoridad como encomendero, comenzó junto con los demás españoles a subyugar a los pobladores, viendo esto comenzó el descontento y Xuihtlecuhtli (Xuytlece) líder Caxcan de Xuchipilla en 1540 comenzó a organizar la desobediencia y la rebelión junto con los líderes vecinos como Tenamaxtle de Nochistlan y Pentacatl de Xalpa, la rebelión fue creciendo de tal forma que aquí en Juchipila destruyeron el primer monasterio, corrieron a los frailes fray Martín de Coruña y fray Antonio de Segovia que habían sido guardianes del primer monasterio de Juchipila, además apedrearon a varios españoles Alonzo Pérez, Francisco Iñiguez y a un negro.
Ante la abrumadora superioridad numérica del ejército español y sus aliados en una batalla intermitente de ocho días.
El padre Miguel de Bolonia suplicó a Segovia le diera su bendición y partió a pie y descalzo camino a Juchipila, donde permaneció algunos días en el desempeño de su sagrado ministerio, y en seguida subió a las serranías en las cuales andaban dispersos muchos indios que pudo congregar en Juchipila y convertirlos en la fe de Cristo.
En lo político, al formarse la Real Audiencia de la Nueva Galicia, su enorme territorio se dividió en Alcaldías Mayores y Corregimientos.
Conquistados y conquistadores se adaptaron a las nuevas circunstancias que el medio ambiente les ofrecía, proliferando el nacimiento de una nueva sociedad mestiza con la unión de españoles e indios.
Ya en el México independiente, Juchipila no permaneció al margen de los acontecimientos nacionales como se verá en seguida.
A Juchipila le fue muy mal en esta repartición: el territorio que era de la subdelegación de Juchipila se divide en 2 partidos: el nuevo partido de Villanueva cuyo territorio comprendía los actuales municipios (Jalpa, Tabasco, Huanusco y Villanueva).
Entre los vecinos se encontraban: Pablo Portugal, Feliciano R. de Esparza, Pablo Rodríguez, Valerio Loera, Cándido Rojas, Antonio Mercado, Ignacio Figueroa, Darío Macías, Miguel Figueroa, Agapito Venegas, Cruz López, Cristóbal Pereira, Marcial Arellano, Juan Nepomuceno Hidalgo, Carlos Durán, Regino Ruiz, Justo Aguilar, Pioquinto Figueroa, Victoriano Estrada, Epitacio García, Cenobio Salas y Cayetano López.
Sitió la población e intimó al Jefe Político Feliciano Yánez la rendición de la plaza.
Pero el Jefe Político reunió todos sus elementos de guerra y a los vecinos y se preparó para la defensa, a los cinco minutos los sitiadores rompieron el fuego encontrando valiente resistencia por los defensores; hasta las mujeres de todas las esferas sociales se ocuparon de ayudar a los sitiados, auxiliando a los heridos y preparando y distribuyéndoles alimentos.
Debido al descontento que fue generalizándose en el país contra el gobierno del general Porfirio Díaz, un numeroso grupo de ciudadanos de Juchipila no permaneció insensible ante el sufrimiento de la clase desposeída, y los integrantes de ese grupo comenzaron a reunirse en locales comerciales para comentar los acontecimientos políticos nacionales, los cuales se agravaban cada vez más.
Estas reuniones, informales al principio, fueron adquiriendo mayor formalidad conforme avanzaban las ideas sobre una posible revolución.
Aquel grupo de personas que se reunía a dar lectura al periódico en alta voz para luego comentar las noticias, pronto encontró la manera de ponerse en contacto con Francisco I. Madero, notificándole del quehacer político que estaban desarrollando; el Madero fortalecía la ideología revolucionaria de los patriotas de Juchipila con frases conceptuosas que pugnaban la igualdad y la justicia social para todos.
Pegado a la cabecera municipal por el lado poniente, pasa el río Juchipila que atraviesa el municipio de norte a sur, el cual en la temporada de sequía baja con poca agua por las tres grandes presas que fueron construidas en su cauce, y múltiples pequeñas presas y bordos construidas en los arroyos afluentes del río el agua del río está totalmente contaminado por los desagües de aguas negras de las poblaciones situadas en su ribera.
En el cauce del río Juchipila se encuentran muchos manantiales cuya agua fluye y se mezcla con la corriente normal y gracias a estos manantiales es que el río tiene siempre agua en su cauce.
Domésticos, con excepción del venado que pertenece a la fauna silvestre, ganado vacuno, caprino, porcino, lanar, caballar y mular y aves de corral.
En el primer mes del año, enero, en el tercer domingo, da comienzo la feria regional de Juchipila, la cual se inició en un poblado situado al poniente de la cabecea en honor del Santo patrono de ese lugar, San Sebastián.
Nuestros ancestros la practicaron para pedirle al dios Xochipilli les mandara abundantes lluvias para cosechar granos para alimento de la familia.
En el pasado sí había viandas muy propias del municipio, pero, con la comunicación vial que ahora hay, todo se generalizó: los platillos son comunes a los de toda la región, como pozole rojo, tamales rojos y verdes, buñuelos, menudo rojo, carne de puerco con chile, carne deshebrada de res, atole de cascarilla.
Aún no está funcionado pero, está en construcción el conjunto de cabañas del Cerro del Piñón Gigante, en Cerro Piñones: área natural Protegida rodeados con el bosque de los pinos Azules.
Apoyan al ayuntamiento en tareas administrativas son los delegados municipales, que representan a cada localidad del municipio, y son designados por el consenso de los habitantes de la misma localidad.
Los reglamentos con que se cuenta para normar las acciones de la ciudadanía son la Ley orgánica del municipio y Bando de policía y gobierno; y aprobados por el ayuntamiento, pero aún están por someterse a la consideración del Congreso Local del Estado, son los reglamentos que a continuación se expresan: Mercado y comercio ambulante, Reglamento interior del ayuntamiento.