En este caso el multiplicador analógico puede considerarse un amplificador controlado por tensión.
Por contraste, en lo que se considera generalmente como un verdadero multiplicador analógico, las dos señales de entrada tienen idénticas características.
Las aplicaciones específicas a un verdadero multiplicador analógico son aquellas donde ambas entradas son señales, por ejemplo en un mezclador de frecuencia o en un circuito analógico para aplicar una Transformada de Fourier discreta.
Si bien los circuitos de los multiplicadores analógicos son muy similares a los amplificadores operacionales, son mucho más susceptibles a problemas relacionados con ruido y desvío del voltaje, ya que dichos errores pueden terminar multiplicándose.
Cuando se trata con señales de alta frecuencia, los problemas relacionados con el faseo pueden resultar complejos.