La mejor época para ascender a este pico es en verano, por la ausencia de nieve en los recorridos más usuales, aunque siempre suele haber neveros.
El tiempo suele ser estable y las temperaturas suaves, aunque conviene poner atención a las fuertes ráfagas de viento, que dificultan la subida.
Las caras norte y este, sin embargo, presentan tajos que las hacen practicables solo por expertos escaladores; salvo que el acceso desde Siete Lagunas, al este, no se realice directamente, sino saliendo desde la Laguna Hondera y dando un rodeo hacia el sur para enlazar con el itinerario que sube desde el Alto del Chorrillo, en cuyo caso el recorrido se hace muchísimo más fácil.
Es posible el ascenso en bicicleta hasta la Llanada del Mulhacén, meseta muy próxima a la cumbre, partiendo desde el Alto del Chorrillo y siguiendo la antigua pista abierta en el siglo XIX para el transporte de los aparatos que hicieron posible el enlace geodésico entre Europa y África.
[8][9] Incluso montañeros experimentados, que tenían en su currículum varias cimas del Himalaya, han encontrado en el Mulhacén el fin de sus días.
Las primeras investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil señalaron que los tres estaban mal equipados para las condiciones extremas.