Mukhariq

Fu esclavo de la famosa cantante Atika bint Shudha, quien a temprana edad notó su talento y le entrenó.Los Barmáquidas quedaron tan entusiasmados con su actuación, que Ibrahim se lo regaló a al-Fadl ibn Yahya al-Barmaki, que después lo regaló al califa Harún al-Rashid (r.[1]​ Mukhariq estaba adscrito a una escuela, empezada por Ibrahim ibn al-Mahdi y muy en boga en aquel tiempo, en la cual se alteraban las notas o el ritmo de una canción en cada actuación.Autores posteriores en el Kitab al-Aghani y el Iqd al-farid rechazaron esta escuela, y la consideraron la causante del declive de la música tradicional árabe.Según el historiador del siglo XV Ibn Taghribirdi, por ejemplo, mientras Ibrahim e Ishaq al-Mawsili "cantaban bien con el acompañamiento del laúd, en un trabajo vocal puro Mukhariq los eclipsaba a ambos".