Mujer en las olas

[4]​ La pintura representa en primer plano a una mujer joven sumergida en el mar y que se apoya en una roca oscura.

Su cabello ondulado, castaño rojizo, está casi escondido detrás de sus brazos levantados sobre su cabeza cubriéndose el uno al otro, mientras varios mechones ondulados caen sobre su rostro.

Al levantar los brazos, la mujer deja a la vista dos grandes pechos, que hacen aún más erótica la obra.

[7]​ El cuadro se caracteriza por un gran realismo, con el que Courbet contradecía las técnicas artísticas entonces aceptadas en el Salón, siendo por ello tildado de "vulgar" e incluso "obsceno".

En efecto, el tratamiento realista de la piel, los volúmenes naturales y el no omitir la presencia del vello en las axilas no se corresponden con las bañistas tradicionales, además de que la curbetiana es mucho más sensual y provocadora.