Muerte en Venecia (ópera)

Según Colin Graham, director de la primera producción de la ópera, algunos colegas del compositor que vieron la película encontraron la relación entre Tadzio y Aschenbach "demasiado sentimental y salaz".

[5]​ Ian Bostridge ha considerado que algunos temas en la obra son "formalismo en arte y la arriesgada dignidad del artista aclamado".

[6]​ La mordaz partitura estuvo marcada por algunos evocadores paisajes sonoros de "ambigua Venecia".

El muchacho Tadzio está representado por un bailarín mudo, con un acompañamiento de percusión semejante al gamelán.

Fue compuesta para el tenor Peter Pears, pareja y compañero de vida del compositor, quien personificó al anciano Aschenbach mientras que el joven Tadzio está interpretado por un bailarín.

Le llama la atención un joven polaco, Tadzio, en quien ve una belleza poco natural (Seguramente el alma de Grecia; Queda en tan brillante perfección; ...Niño mortal con gracia más que mortal).

Al llegar a la estación, Aschenbach encuentra que han mandado su equipaje en el tren equivocado y se da cuenta de que al ver de nuevo a Tadzio no desea irse.

La familia se marcha a San Marcos, con Aschenbach aún siguiéndolos en la distancia.

Recita una paráfrasis del diálogo de Platón entre el viejo filósofo Sócrates y el joven Fedro, poniendo su voz tanto al hombre como al niño.

Aschenbach se sienta en la playa desierta donde están jugando Tadzio y otro chico, Jaschiu.