Fue elaborada por Orellana como proyecto de tesis y financiada gracias a un Fondart.
La escultura está proyectada en forma ascendente, «invocando al más allá».
A poco andar, está una caseta señalizada con el nombre «Muelle de las Almas», en la que se paga la entrada de diez mil pesos por persona.
La obra ha sido destacada en múltiples medios de comunicación, nacionales e internacionales, como un destino obligado para quienes visitan Chiloé.
En Chile ha aparecido en programas como Chile conectado de TVN,[3] y en el diario El Mercurio,[4] mientras que en el extranjero ha sido destacada por medios como Clarín,[5] Página/12,[6] ABC,[7] y por revistas especializadas como Condé Nast Traveler y National Geographic.