Fueron influenciados por otros intelectuales ecuatorianos como Jorge Enrique Adoum, César Dávila Andrade y Agustín Cueva.
[1] Este movimiento revolucionario literario surgió en respuesta a una supuesta degradación y gentrificación de la literatura ecuatoriana.
A falta de papel de color para impresión utilizaron papel secante rojo, y plegaron la obra de cada autor en formas cuadradas, romboidales y rectangulares creando ediciones firmadas y numeradas que marcaron el nacimiento e inauguración del movimiento Tzántzicos.
[4] El movimiento cultural tzántzico tiene un papel destacado en la novela La desfiguración Silva, publicada en 2015 por la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda y ganadora del Premio ALBA Narrativa.
En la obra, los protagonistas obtienen un enigmático guion de un filme supuestamente escrito por Gianella Silva, una guionista y la única mujer integrante del movimiento cultural tzántzico, pero quien fue olvidada por la historia.