Posteriormente hubo versiones de que habían preparado comida, empanadas, con carne humana.
Al cabo de ocho días se entregaron y liberaron a los rehenes.
Los amotinados tomaron rehenes –entre ellos 13 guardiacárceles y varios Testigos de Jehová- en tanto otros 1500 internos se adhirieron al levantamiento.
Cuando horas más tarde entró a la cárcel para parlamentar la jueza en lo Criminal y Correccional N.º 1 de Azul, María Mercedes Malére, también fue retenida por los internos al igual que el Secretario del Juzgado en una acción contraria a las reglas no escritas que se seguían en este tipo de hechos.
[1][2][3][4] Años después algunos guardia cárceles todavía denunciaban que padecían secuelas psicológicas originadas en los hechos vividos.
Para Daniel Ocanto y Lucio Bricka la condena fue de 12 años; para Guillermo López Blanco se compensaron los seis meses de condena con el tiempo que pasó en prisión preventiva y Alejandro Ramírez fue absuelto.