En 1965, el madrileño Rafael Vara contrató a Amaro Carretero para realizar trabajos de animación, éste le sugirió realizar un cortometraje basado en los personajes de Francisco Ibáñez,[2] Vara aceptó y llegó a un acuerdo con la Editorial Bruguera,[3] con lo que Carretero realiza el corto titulado Mortadelo y Filemón, agencia de información (nombre que tenía la historieta en aquel momento).
Se realizó, por temas económicos, una unión de todos los cortometrajes en dos largometrajes.
Los títulos de los cortos terminan en -ón- para lograr la rima con Mortadelo y Filemón.
Mientras que el dibujo animado, por su continuidad, no se presta a estas cosas.
[6] Fernando Javier de la Cruz Pérez en su tesis doctoral titulada Los cómics de Francisco Ibáñez afirma que pierden dinamismo, expresividad y frescura con respecto a la historieta original.