En ciertas terminologías, se distingue entre un lexema, que puede usarse aislado, y un morfema, que solo puede usarse conectado a un lexema, y ambos tipos son llamados conjuntamente monemas; sin embargo hoy en día se prefiere llamar morfema a cualquier monema, y entonces se distingue entre morfemas libres que no necesitan unirse a otros morfemas (por ejemplo pronto), y morfemas ligados que siempre van unidos a otros morfemas, de los cuales al menos uno es un lexema (por ejemplo -idad en vitalidad); dicho de otro modo, para algunos autores el término monema designa tanto a los lexemas como a los morfemas gramaticales, mientras que para otros el término morfema designa cualquier tipo de monema, sin importar si se refiere a un monema dependiente o no dependiente.En muchas lenguas los morfemas generalmente están constituidos por una secuencia de fonemas, aunque en otras lenguas algunos elementos fonéticos suprasegmentales como el tono, el acento o la nasalidad pueden constituir una diferencia fonética que realiza un fonema, en esos casos los morfemas no son un fragmento separable de la palabra.De acuerdo con el grado de anexión a la palabra, los morfemas pueden dividirse en: En la mayoría de las lenguas, incluyendo el español, los morfemas derivativos y flexivos pueden clasificarse además en: Los interfijos por otra parte son alargamientos que en sí mismos no pueden considerarse morfemas con significado gramatical ya que puede argumentarse que todo el significado recae en los afijos a los que alarga.Muchos interfijos (los antihiáticos, por ejemplo) no aportan ningún cambio de significado gramatical o referencial, mientras que los infijos siempre lo hacen (al igual que los prefijos y sufijos).Panadería : Libros : Avioneta : Cantábamos : Agrietado No siempre hay una única manera de dividir una palabra en morfemas, así por ejemplo en la palabra libro en algunos marcos teóricos se incluiría un morfema vacío al final como marca de singular, que contrasta con el morfema -s de plural.