Monumento a Arriaga

Al concurso se presentaron diversos artistas, entre ellos Nemesio Mogrobejo, Quintín de Torre e Higinio Basterra.

En enero de 1906 se colocó la primera piedra del monumento en el Paseo Campo de Volantín, pero fue un acto meramente formal, para festejar el centenario del músico, pues el diseño estaba aún por definir.

Al poco tiempo de esta fecha Durrio marchó a París, estableciéndose en esa ciudad.

Incapaz de acabar el proyecto en el plazo señalado, solicitó una prórroga, que le fue admitida.

El ayuntamiento de Bilbao comenzó a impacientarse, apremiando al artista.

La base del monumento acoge unas figuras meditando, de cuya boca mana el agua, así como varios pájaros en un pentagrama.

Un grupo escolar contempla el monumento en su ubicación actual.
Detalle de la base del monumento.
Euterpe, obra de Enrique Barros.