Avilès fue la primera mujer en la Junta, estuvo 6 años, y consiguió que el Colegio interviniera de forma directa en los graves acontecimientos, cada vez más numerosos, provocados por la represión franquista.
[3] El despacho Montserrat y Albert Fina, no era el despacho de Comisiones Obreras, pero en la práctica llevaban los asuntos más importantes de las grandes empresas en las que intervenían las Comisiones.
En consecuencia, tuvieron que ampliar su plantilla, convirtiéndose en un despacho interdisciplinario con economistas, sindicalistas y especialistas de todo tipo.
Avilés y Fina aparecieron en el listado de los 462 catalanes más vigilados por la policía franquista.
Por su oposición al régimen franquista pasó tres meses en la Cárcel Modelo.
[4][3] En 1976, ya en plena transición democrática, discreparon sobre el camino que debía tener CCOO y el PSUC, lo que les llevó a dejar de militar en este partido.
Desde entonces su actividad profesional disminuyó cuantitativamente, puesto que son los sindicatos quienes se encargan de resolver los conflictos laborales.