Podríamos decir que la separación entre las dos sierras coincidiría con la siguiente relación: El clima mediterráneo continentalizado prevalece en la zona.
La zona tiene importantes masas de Pinus halepensis o pino carrasco, que forma parte fundamental del estrato arbóreo junto con la carrasca (Quercus ilex), siendo la coscoja (Quercus coccifera), las lamiáceas (Rosmarinus, Thymus, etc.), jaras (Cistus sp.
[5] Patente queda esa recurrencia, pues, asimismo trece años atrás, en 1995 ardieron 4200 ha en la zona cercana a La Palomera,[6] pese a tener en este punto un Puesto Fijo de Vigilancia contra incendios establecido en los años setenta, desde el que a día de hoy se observa de posibles conatos las veinticuatro horas del día, con personal autonómico y local.
Esta lucha constante entre el fuego y los pueblos se utiliza como una herramienta de educación ambiental gracias a la interpretación que desde los últimos años se puede dar en dichos montes, sin dejar de ser el fuego un ente propio, pero peligroso y al que controlar.
Las aves que se pueden observar con asiduidad son los buitres leonados (Gyps fulvus), las collalbas (Oenanthe sp.