A las monjas de este instituto se les conoce como olivetanas benedictinas y posponen a sus nombres las siglas O.S.B.Oliv.
Inmediatamente la organización de la rama masculina, algunos monasterios de monjas comenzaron a unirse a la obra de Tolomei, dando origen a las Monjas Olivetanas Benedictinas.
[2] Las olivetanas benedictinas se dedican a la vida contemplativa, al trabajo manual y a la solemnización de la liturgia, viven según la Regla de san Benito y forman parte de la Confederación Benedictina, afiliadas a la rama masculina de la Congregación olivetana.
[4] El hábito de las monjas está compuesto por una túnica, un cinturón, un escapulario y un velo, todos de color blanco, en honor a la Virgen María.
[3] En 2015, los monasterios autónomos eran unos 4, todos en Italia, y contaban con unas 59 monjas en total.