Mónica Reyes

Se graduó en folclore y mitología en la Universidad de Brown en tan solo cuatro años.

Su primer caso en el FBI fue servir en una tarea especial, investigando ritos satánicos.

Permaneció allí hasta que John Doggett, ahora agente especial del FBI, la convenciera para que aceptara un puesto en los expedientes X en el FBI en Washington D. C. Mónica Reyes es una persona profundamente religiosa y altamente espiritual y alberga dudas acerca de los fenómenos paranormales.

[1]​ Robert Shearman y Lars Pearson, en su libro Wanting to Believe: A Critical Guide to The X-Files, Millennium & The Lone Gunmen, sintieron que la introducción de Reyes en "This Is Not Happening" fue "bastante forzada", encontrando su personalidad optimista en desacuerdo con el tono de la serie en ese momento; Shearman y Pearson también sintieron que el uso general del personaje en la temporada nueve fue "vacio", con su disposición a creer en algo que comprometa la tensión de episodios como "4-D" o "Hellbound".

Escribiendo para The New York Times, Joyce Millman describió a Reyes y su compañero Doggett como "la Coca-Cola Light de Mulder y Scully", refiriéndose a su posición secundaria.