El monasterio fue fundado en el siglo XI permaneciendo activo hasta la invasión del ejército otomano.
El complejo monacal se compone varios edificios sencillos de los que destaca la iglesia fundacional.
El altar está compuesto por una roca monolítica y el suelo por azulejos de colores.
En la otra capa destacan los frescos pintados a mediados del siglo XIV.
En estos frescos están representadas escenas bíblicas, santos y donantes.