El monasterio está habitado por una pequeña comunidad de monjes cistercienses consagrados al trabajo manual en la elaboración de cereal alimenticio, en el cultivo de la tierra y en otras tareas menores.
Según la vieja tradición monástica, el beneficio que reportan estos trabajos deben servir para cubrir los gastos de su vida en comunidad y para practicar la ayuda a los más necesitados.
Este monasterio también atiende una pequeña hospedería destinada a dar alojamiento a quienes quieren vivir una experiencia de meditación y oración.
Allí se cultiva la santidad de sus miembros, se educa en la fe a los monjes y se comparte la experiencia de oración con los laicos cistercienses, quienes reciben formación en la lectio divina y otras prácticas propia de la Orden.
En la actualidad goza de estatus interno en la orden como priorato menor, pero debido a la abundancia de vocaciones avanza a alcanzar los demás estados de priorato mayor y abadía.