Originalmente cisterciense, el monasterio se encuentra habitado en la actualidad por una comunidad de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (monjes trapenses).
El conjunto monacal fue construido entre 1906 y 1910 en un desornamentado estilo neogótico, adaptado a la austeridad cisterciense.
Algunos de sus monjes fueron asesinados durante la persecución religiosa llevada a cabo durante la Segunda República Española.
Se puede pedir a la página oficial de la revista.
En 2013 fue declarada, junto a la iglesia parroquial de San Pedro Ad Vincula sita en la misma localidad, Bien de Interés Local de Cantabria.