El edificio fue construido como molino hidráulico, pero a lo largo del tiempo ha sido utilizado también como fábrica de hielo y para la hostelería.
Uno es la transformación de la producción agrícola, lo que en este caso lleva por un lado los molinos harineros y por otro a los arroceros.
[4] Además de estos usos, la fuerza hidráulica puede utilizarse para generar electricidad, como también se hizo en el Molino Canyar a inicios del siglo XX; y esa energía puede venderse o utilizarse, en este caso para la fabricación de hielo.
Desde 1998 es restaurante, pero sus propietarios han mantenido el primitivo banco con dos muelas harineras de trigo catalanas y las muelas industriales del molino de arroz, así como múltiples engranajes que accionaban los otros mecanismos del molino.
[1] En el interior las diferentes crujías están delimitadas mediante vigas gruesas de madera y bovedillas.
En la planta baja se localizaban las oficinas, y en las superiores las dependencias domésticas, que presentan en la cocina baldosas cerámicas de la época.
[1] Las naves que se situaban en el sur, estaban construidas con ladrillo vacío, en los pilares, y con bloques de aglomerado en los paramentos, trabado con cemento.
[1] Es de planta rectangular, algo longitudinal, y se adosa a la pared medianera del edificio principal.
En el interior hay un patio central descubierto y se pueden observar vigas de hierro.