[1][2][3][4] Persiste la división dual del Semanawaktli,[5] el cual es un concepto presente en la tradición religiosa de Mesoamérica en general.
[7] En la cosmovisión nahua huasteca, el universo es imaginado como un gran rombo conformado por tres planos escalonados superpuestos (supramundo, mundo e inframundo).
[1] El mundo o Tlaltepactli (del náhuatl: Tlaltepaktli ‘plano terrestre’‘tlalli, tierra; -ikpak, encima de’) es el eje central del universo, el cual es sostenido por horcones o tlaketsalmeh, los cuales se encuentran sobre el cuerpo de Cipactli.
[1] Debajo del inframundo hay un ultramundo llamado Tzopilotlacualco, aunque ambos mundos no están conectados, pues se cree que existe un vacío entre estos.
[5] La luna, en su recorrido alrededor de la tierra, se queda a descansar cada medianoche en el ultramundo durante 20 días.
Son lideradas por Tenantzitzímitl, una mujer que se había estado convirtiendo en una tzitzímitl en vida debido a su amargura.
Según los mitos, las seis hermanas de Tenantzitzímitl fallecieron en el parto, por lo que su madre, sumergida en la tristeza, también murió.