Misterios de Lisboa

Cada personaje principal posee al menos dos identidades, y la historia -que recorre Europa a finales del siglo XVIII y principios del XIX- se sitúa en el contexto de las guerras napoleónicas e incluye piratas, una mujer empeñada en vengar la muerte de su hermano gemelo y al menos cuatro triángulos amorosos diferentes.

[2]​ La película se centra inicialmente en João (João Arrais), un niño huérfano en una escuela dirigida por el sacerdote Padre Dinis (Adriano Luz) durante la Revolución Liberal de Portugal.

Se despierta en un delirio y descubre que una mujer encantadora vigila su cama.

Antes de morir, da Silva consigue refugiarse con Dinis y le cuenta su historia.

Dinis también intercepta y compra a Come Cuchillos, que tiene órdenes del padre de Ângela de secuestrar y matar al bebé.

Cuando Dinis le sigue la pista para hacerle retractarse, encuentra al Conde en su lecho de muerte, atendido por su criada y amante Eugénia (Joana de Verona).

Lo descubre cuando fray Baltasar da Encarnação (José Manuel Mendes), el sacerdote que dio la extremaunción al conde, cuenta su propia historia.

João deja Portugal por una colonia lejana, cae enfermo y dicta sus memorias desde su supuesto lecho de muerte.