El papa fue quien dio a los misioneros el emblema de los Sagrados Corazones en color rojo que los misioneros lllevaron después en sus hábitos talares.
[2] Luego de la unificación italiana (1870), la congregación fue suprimida, los religiosos exclaustrados y sus bienes confiscados.
La casa madre fue recuperada en 1894 gracias a la intervención del misionero Pietro de Nocera.
En 1921, con la apertura de una nueva casa de formación, renace la congregación y se da inicio a una nueva expansión, abriendo en el mismo año casas en Argentina y Uruguay.
[1] En 2011, la congregación contaba con unos 133 misioneros, de los cuales 60 eran sacerdotes, y unas 21 casas,[1] presentes en Argentina, Eslovaquia, Estados Unidos, India, Indonesia, Italia y Nigeria.