La misión estaba dedicada a San José, y se construyó en el sitio que los pericúes llamaban Añuití.
Inicialmente la misión se construyó con frágiles materiales cerca de la playa para posteriormente cambiar la ubicación a un sitio más alejado de la costa (8 km).
Posteriormente en (1753), la misión fue trasladada nuevamente tierra adentro.
Ignacio Tirsch estuvo evangelizando en ésta misión poco antes de la expulsión.
De la vieja misión no queda nada, la actual iglesia fue construida en 1940, muy cerca del sitio original en que se levantó la vieja misión jesuita.