Misa de San Gregorio (Diego de la Cruz)

En realidad, se trata de un episodio de la vida del papa Gregorio Magno basado en fuentes apócrifas, un relato legendario aparecido en el siglo XIV, que relataba la crisis de fe sufrida por el pontífice mientras celebraba misa: una duda personal sobre la presencia de Cristo y su transubstanciació en el rito del sacrificio de la Eucaristía.

Sorprende, pero, en este caso, la ausencia de referencias arquitectónicas, comunes en todas las imágenes de la época, destinadas a enmarcar espacialmente la escena, con una clara intención de evocar el escenario solemne de la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, espacio sagrado donde, según la tradición, tuvo lugar la aparición milagrosa del Cristo de Dolores al papa Gregorio mientras decía misa.

[2]​ Procede, quizás, del monasterio jerónimo de Fredesval (Burgos) y es un depósito de la Generalidad de Cataluña (dación Torelló) del año 1994.

[2]​ Sobre el altar se puede observar el Cristo con corona de espinas y los arma Christi que recuerdan su pasión.

En la parte delantera están las figuras de san Gregorio en el centro y de dos escolanos asistentes, mientras que en el lado derecho de la tabla se halla san Andrés y una dama como donante.