Diego de la Cruz (f. 1482-1500)[1] fue un pintor hispanoflamenco activo en el último cuarto del siglo XV en Burgos y su comarca.
Fue redescubierto para el mundo artístico a partir de 1966, gracias al estudio que le dedicó José Gudiol Ricart, que lo suponía nacido en torno al año 1460, en Flandes, enmarcándolo dentro de la generación de pintores hispanoflamencos anteriores a la llegada de Juan de Flandes a la península.
Otros autores como José Camón Aznar lo suponen de origen español y formado en Castilla como se considera más probable desde los estudios de Didier Martens publicados en 2001.
Hasta el estudio de Gudiol se le creyó escultor y estrecho colaborador en Burgos de Gil de Siloé, cuyos retablos policromó.
A partir de estas dos obras, que caracterizan a Diego de la Cruz como el más sobresaliente maestro del foco burgalés del último cuarto del siglo XV, se le han podido asignar algunas otras obras, entre las que cabe destacar: el Cristo de Piedad del Museo de Bellas Artes de Bilbao, de cuidado estudio anatómico; Cristo de Piedad entre dos ángeles de la colegiata de Covarrubias; o el Cristo de Piedad entre los profetas David y Jeremías (Prado; donación Várez Fisa), tabla central de la predela de un retablo de la que se conocen otras dos tablas con los profetas Isaías y Daniel propiedad de la Universidad de Lieja, donde estuvieron atribuidas al pintor alemán Hans Schaüfelein.