Milita en distintas agrupaciones comunistas y feministas, debiendo exiliarse a México, unos años, por su postura opositora frente al gobierno de Gerardo Machado.
Participa, también, en distintas agrupaciones de tendencias marxistas y feministas.
Así pues, milita en el Partido Comunista de Cuba, en el Frente Nacional Antifacista, o la Sociedad Amigos de la URSS.
Asiste a distintos congresos en el extranjero, como la Conferencia Cultural y Científica por la Paz Mundial (Nueva York, 1949) o el Congreso Mundial de Partidarios por la Paz (París, 1949).
Amén de su amplia obra ensayística en la que sobresale Del encausto a la sangre: Sor Juana Inés de la Cruz, escribió poesías para niños, algunas de las cuales han sido musicalizadas.