Es un fenilpropano presente en pequeñas cantidades en el aceite esencial de la nuez moscada y se halla en menor proporción en otras especies, tales como Anethum graveolens (eneldo) y Petroselinum crispum («perejil»).
La miristicina es un insecticida y acaricida natural con posibles efectos de neurotoxina sobre las células.
[1] Presenta propiedades psicoactivas en dosis más altas que las culinarias.
[2] En 1963, Alexander Shulgin especuló sobre las propiedades psicoactivas y psicodélicas de la miristicina.
[5] Una dosis excesiva de nuez moscada produce una intoxicación clínica con náuseas, vómitos, ansiedad, alucinaciones y comportamiento irracional.