Su clima es muy agradable, templado cálido con abundante heliofania (brillo solar) casi todo el año.
Hacia 1970, Miramar llegó a tener una población estable de unos 4500 habitantes, con 110 hoteles y un casino.
Se trata de una comarca sanavirona, donde no hubo poblaciones durante la época colonial.
Los primeros residentes fueron cordobeses y santiagueños, que se establecieron de manera espontánea desde, al menos, 1903.
Lorenzo Barone construyó lo que se considera el primer alojamiento para turistas en 1908: unas 20 habitaciones levantadas con la técnica constructiva del rancho criollo: barro y postes de quebracho.
El hotel de Victorio Rosso, construido en la década del 1920 fue, indudablemente, un hito urbano.
Un Ford T carrozado unía a Miramar con Balnearia, desde donde el tren o la empresa de autobuses El Tío, trasladaba a los viajeros de y hacia Córdoba, capital.
En efecto, la fangoterapia fue uno de los principales atractivos del lugar, ya que se la recomendaba como cura para el reumatismo, entre otras afecciones.
Durante la inundación que comenzó en 1977, fue seriamente afectado en su estructura y quedó abandonado.
Esta inundación sumergió la planta original de la población, unas 37 manzanas, quedando numerosas viviendas, hoteles y comercios bajo el agua y significó una emigración masiva de sus pobladores.
Durante todo ese periodo la única alternativa económica casi se redujo a la cría de coipos, con fines peleteros.
Tal relocalización se ha efectuado al sur de la primera, alejada del nivel máximo que puede alcanzar la laguna.
), enclave de inmigrantes alemanes e italianos dedicados a las labores agrícolas.